Desde hace un par de años siento como si se me hubiera olvidado escribir, cuando tomo lápiz y papel. Mis letras parecen más jeroglíficos que letras, mis palabras se notan atrofiadas, torpes, disléxicas e incompletas y reflexiono acerca del tiempo que he demorado en hacer una composición en escritura a mano, y más allá de esto, pienso en el tiempo en que no he empleado el lápiz sobre una hoja de papel para redactar un texto de más de dos párrafos…bastante!
Creería que poco más de doce años, aún en la Universidad cuando tomaba apuntes y en el caso de materias como Administración de Recursos Humanos , el profesor aún dictaba; qué tiempos aquellos sin computador, sin tablet, sin celular. Pero en breve, ya empecé a escribir todo por computador, a comunicarme vía email y no demoró en llegar el celular mediante el cual podía enviar mensajes de texto. Luego llegaron las redes sociales, el Outlook, los Smartphone, las tablets y poco más adelante el Skype y el Whatsapp, fantásticas formas de comunicarse sin moverme de un lado a otro y con respuestas inmediatas.
El Reto
El poder de comunicarse en tiempo real, es inmenso, no requiere de la formalidad de una carta ni de la habilidad en puño y letra. Suspiro recordando las horas que pasé aprendiendo taquigrafía en aquella libreta, sin embargo agradezco el tiempo en mecanografía pues ese conocimiento lo recordé al momento de teclear en mi computador.
En todo caso debo confesar que mis mejores ideas las he plasmado en una hoja de papel, desde un logo, hasta un seminario completo, https://horizonteenlinea.com/blog/ y también cuando asisto a conferencias, trato siempre de escribir mis apuntes con las frases clave, pues me ayuda a comprender mejor lo que escucho, y lo enlazo con algo mío, bien sea resaltando o volviendo propia la idea a través de palabras o expresiones que acostumbro utilizar.
Qué amor, qué dependencia, qué necesidad! … se interpusieron entre mi escritura a mano y yo.